Hice una robota embarazada!

Aquí con su merecido pastelote antojil.

Y aquí su hijito robotito bordado :o)
Dedicado a mis queridas tías que miran mi blog (oh sí, Tía Marta, con dedicatoria y todo!)
Como me gusta improvisar. Cortar directamente le da una torcedura muy singular a las cosas :o)
Por otro lado, que el muchacho de la heladería note que te cortaste el pelo es un claro indicador de que realmente vas mucho a la heladería :o) (Vía Varesse, sucursal Monroe, la primera heladería en la que TODOS los heladeros son simpáticos, se acuerdan los gustos que pedís usualmente y te ofrecen probar el chocolate nuevo).
Aquí yo, la fantástica mí, en estilo flogger-spock-payaso, con la remera de Superman que lausolalavolausolalavo. Como la de Batman. No así la del acertijo, que la uso menos.

Y el gatito hijo de re mil, que cada vez que cambio las sábanas o tiendo la cama va corriendo como un bólido desaforado a saltar (si, Amapola salta en la cama) y regodearse en las sábanas otrora limpias y pelodegato free. Ahora ya ni me gasto de pedirle que se corra, le tiendo la cama encima y ya :o)